Hungría y la belleza del Danubio
- Camila Peña P
- Sep 12, 2016
- 2 min read
Grandes lagos, monasterios medievales, castillos, fortalezas, festivales, tradiciones religiosas y una habitual cultura vinícola, se combinan para formar un destino lleno de experiencias únicas que pondrán a palpitar su corazón.
El viaje de 12 días inicia en Budapest, la capital de Hungría y la novena ciudad europea con mayor población, que le da la bienvenida a seis millones de turistas al año. Perderse entre sus calles repletas de historia y en medio de las aguas mágicas del Danubio, es clave para descubrir por qué es conocida como La Perla.
El Parlamento de Budapest es, sin lugar a dudas, la primera parada, pues es el edificio más representativo de la ciudad y además, el tercer parlamento más grande del mundo después del de Rumanía y Argentina. Desde allí se llega al centro de la ciudad, que se comunica con el Mercado Central diseñado en 1897 con el fin de controlar la calidad de los alimentos. Estando ahí, la auténtica comida húngara permite que los visitantes sean parte de una experiencia gastronómica única. El restaurante Fakanál ubicado en el primer piso del Mercado, es la mejor opción.
El tiempo corre y es hora de visitar la Sinagoga Judía de Budapest, la segunda más grande del mundo después de la de Jerusalén -mide 53 metros de largo, 26 de ancho y tiene asientos para 2.964 personas-, que cuenta con un estilo que combina toques bizantinos, románticos y góticos. A las afueras se encuentra el cementerio judío y el Árbol de la vida, compuesto por hojas que llevan el nombre de los judíos asesinados durante el Holocausto.
La Avenida Andrássy es la siguiente parte del tour. Considerada como una de las calles más emblemáticas de Budapest, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el 2002 gracias a las fachadas de las casas y los palacios renacentistas que allí se conserva. Para cerrar un mágico día, nada mejor que un restaurante lleno de romanticismo en el corazón de la ciudad. Gerlóczy Café and Room de Lux, permite que los comensales tengan una gran noche acompañada por excelentes vinos.
Al día siguiente, el Palacio Real de Gödöllő estará esperando a cientos de visitantes. Este edificio barroco construido por Antal Grassalkovich a principios de 1700, se convirtió en la residencia favorita del Emperador Franz Joseph, y en especial de su esposa Elizabeth, mejor conocida como la emperatriz Sissi, a la que adoraban los húngaros. El lugar alberga exposiciones temporales y desarrolla conciertos y eventos durante todo el año.
Para continuar disfrutando de la culinaria húngara, y apreciar un exclusivo show de caballos, el restaurante Lázár Equestrian Park siempre es una buena opción. Y después de un tiempo de descanso, es hora de visitar el Castillo de Buda, que junto con el Puente de las Cadenas, son símbolos emblemáticos de la ciudad. El Castillo, también conocido como Palacio Real, alberga la Biblioteca Széchenyi, la Galería Nacional Húngara y el Museo de Historia de Budapest.
El cierre de la primera parte del viaje por Europa Central puede ser en el imponente y mágico río Danubio, que rodeado por luces y despampanantes colores espera que los viajeros naveguen por sus aguas y disfruten de una noche llena de fantasía.
Artículo publicado en la Revista Estilo de Vida todos los derechos reservados.
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