Los secretos de Paris
- Por Camila Peña P
- Dec 1, 2016
- 3 min read
La capital francesa es sin duda una de las ciudades más influyentes del mundo. Sus calles, plazas y monumentos encierran un ambiente de historia y modernidad que enamora a los viajeros.

Definitivamente cualquier excusa es buena para viajar a Paris, hogar de la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo y la Catedral de Notre Dame; así como de espectáculos míticos como el de Moulin Rouge y de famosos barrios como Montmartre. Por eso bien dicen que Paris es un museo al aire libre, que, además, ofrece innumerables rincones para envolverse en una magia llena de cultura, historia, comercio, ambiente callejero y una sorprendente vida nocturna.
Paris cuenta con muchos tesoros por descubrir y explorar, sin embargo existen cinco que son indiscutiblemente los que se han encargado de definir el carácter y el significado de esta encantadora ciudad. La Torre Eiffel, que con más de un siglo de historia se ha convertido en el símbolo más importante de la ciudad, así como en el monumento más visitado de todo el mundo. La Catedral de Notre Dame, la catedral gótica más importante de Francia ya que su construcción duro aproximadamente 100 años. El Arco del Triunfo, que con dos siglos de historia ha sido testigo silencioso de los hechos más importantes del país europeo. El Panteón, que fue originalmente el primer monumento de Paris y cuya construcción permitió por una época que este fuera el lugar desde donde se podía divisar la ciudad. Y por último, el Palacio Nacional de Los Inválidos que fue construido en el siglo XVII para ser la residencia de los soldados retirados y que, actualmente, alberga la tumba de Napoleón.

Pero Paris esconce muchos más tesoros que nos todos conocen, y que a diario esperan ser descubiertos. Por ejemplo la Ópera Garnier, que se destaca por ser un edificio de estilo neobarroco que fue construido por Napoleón III y que actualmente es sede de la Ópera Nacional de Paris. También está la Basílica del Sagrado Corazón situada en lo alto del Montmarte, que es uno de los lugares religiosos más importantes de toda Europa; junto con la capilla gótica Sainte Chapelle, construida entre 1242 y 1248 para albergar las reliquias propias de la Pasión de Cristo. Y la Torre Montparnasse, que con una altura de 210 metros se convirtió en el rascacielos más alto de la ciudad y que por supuesto ofrece una de las mejores panorámicas.

A lo largo de los 13 kilómetros del famoso Río Sena que atraviesa toda la ciudad, se encuentran más de 30 puentes de todo tipo; desde los más antiguos construidos en piedra, hasta los más modernos hechos en metal. Entre ellos se destacan el Puente de Alejandro III, el Pont de l'Alma y el llamado Puente Nuevo, que paradójicamente es el más antiguo de París pues fue construido entre 1587 y 1607.
Para terminar recuerde que no puede viajar a Paris sin degustar su despampanante gastronomía, que por cierto es considerada como una de las mejores del mundo. La cocina francesa es rica y variada, y está caracterizada por diferentes tipos de quesos, carnes, crepes y una amplia y apetecida gama de productos de pastelería.

Artículo publicado en la Revista Estilo de Vida todos los derechos reservados.
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